8 de marzo de 2009

la ignorancia deseada

Quienes me conocen saben de mi veganismo, y también que éste responde a una elemental pero profunda motivación ética: evitar infligir daño alguno a ningún animal a no ser que sea necesario.(y entiéndase este "necesario" en un sentido estricto)

No suelo ejercer de animalista militante, o sea que ni siquiera amigos o familiares habrán tenido que aguantarme peroratas sobre el tema; supongo que mi probada contención y mesura se debe al pudor de quien no desea ser tenido por predicador de causas que no se quieren conocer, o sea que mis tendencias proselitistas (vegangelizadoras, como lo calificó un interviniente del foro vegetariano) se disparan únicamente en el infrecuente caso de que mi interlocutor,por propia iniciativa, me interpela sobre mi inusual proceder. Algo que agradezco, pues me permite liberar ideas que apenas puedo expresar fuera del endogámico ámbito animalista.

Ahora bien, me pregunto por qué la gente no quiere saber; cuando les hablo de documentales que muestran con toda crudeza las diferentes formas de explotación infligidas sobre los animales (Earthlings, Peacable Kingdom, etc), la reacción más frecuente es de rechazo, y me dan a entender que, simplemente, el tema no les interesa, y que no les apetece contemplar escenas desagradables. Da así la impresión de que no hay nada que vincule a esas personas con las terribles imágenes que se muestran en tales programas; y se autoengañan. Por mucho que la sociedad se afane por borrar todo rastro que relacione los muslos de pollo en los supermercados con el indescriptible sufrimiento que tiene lugar en las fábricas de engorde, tal vinculación existe. Y al no querer ver esta relación causal, la gente simplemente opta por mirar hacia otro lado para así seguir viviendo en el Pais de las Maravillas, donde chuletas, codillos y jamones brotan como por ensalmo.
Está claro que a la gente no le agrada enterarse de la tenebrosa realidad de prácticas habituales que les puedan provocar un sentimiento de culpabilidad. Tampoco muchos ciudadanos de la Alemania nazi deseaban conocer qué ocurría a varios kilómetros de sus poblaciones; el averiguar esa terrible realidad podría ponerles en una comprometida situación: la de tener que enfrentar su ética con el espanto que tenía lugar a su alrededor, y del que indirectamente se beneficiaban. ¿Acaso no ocurre hoy en día algo similar en el 1er Mundo, que vuelve su cabeza hacia otro lado para no tener que admitir que prospera a costa de los mal llamados paises en vías de desarrollo?

Considero un acto de coherencia el mirar de frente a la realidad, por dura que nos resulte, o por muy frontalmente que choque con nuestros intereses. Creo que constituye un acto de cobardía el aducir que una cuestión de índole ética no interesa, cuando uno se halla implicado en el problema.

Y sí, prefiero con mucho un carnívoro que mantenga su postura tras haberse enterado de la realidad que otro que lo sea evitando cobardemente todo conocimiento de la misma.Como sostengo que la ética implica conocimiento, me gusta pensar que si alguien me informa de que algún producto del que soy consumidor conlleva algún tipo de explotación, no optaré por cerrar los ojos y mirar hacia otro lado sino que trataré de averiguar su verosimilitud y actuar en consecuencia.Como se dice en cierto anuncio televisivo:"podría ignorar,pero prefiero saber"

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo erfoud que has elegido el camino del conocimiento porque entiendes que nada te va a producir más satisfacción que el saber que estás haciendo lo correcto. Sin embargo, la gran mayoría, sólo calculan su satisfacción a corto plazo y procuran adaptarse lo mejor posible al mundo en el que viven. Si la inercia consiste en valorar apetitos inmediatos y dejarse llevar por la estética aparente propia de una sociedad enganchada o atrapada a la insaciable sed de consumo que nos subyuga a trabajos poco gratificantes o de dedicación casi exclusiva con ratos de ocio o divertimento aptos para un apropiado desahogo en los que la tensión de una vida insatisfactoria pueda relajarse y evitar así algún foco de discordia que haga tambalear la gran máquina(coge aire), no dudes que será entonces tu conducta la impropia y extraña.

Quizás para cambiar valores hay que empezar primero por cambiar esta sociedad. ¿O será que hay que cambiar primero los valores para que luego venga todo solo? No lo sé, quizás las dos vías son válidas dependiendo de la capacidad creativa del individuo o de su afán de curiosidad y alegría de vivir. ¿Se puede incentivar esta capacidad desde pequeños? ¿cómo? ¿no caerán tarde o temprano en ese estado de decepción que lleva el descubrir la realidad del mundo en el que viven? ¿No terminarán por ponerse la venda en los ojos para evitar sufrir más de lo debido?

Me temo que toda enseñanza sin ejemplo se vuelve inútil e incluso se vuelve perjudicial. Nuestra sociedad dista mucho de ser un ejemplo de convivencia y los valores se pervierten en el lodo de la hipocresía. Democracia, Igualdad, Fraternidad... son palabras que se quedan huecas si no se practican. Muchos piensan que este es el mejor mundo de los posibles, ¡qué le vamos a hacer!. Pero a mí me parece otra artimaña esquiva... seguramente a tí también, erfoud. Creo que hay que cambiar este mundo en crisis de arriba a abajo.

¡Vaya charla!
Cuídate amigo.

yomisma dijo...

Es mucho más sencillo ignorar y mantener los hábtios de vida. El conocer, para la inmensa mayoría de la gente (y digo conocer con mayúsculas, no me refiero al "saber" de la prensa rosa) sigifica dolor. Dolor por saber en qué están implicados, en qué refuerzan sus hábtios de vida, al fin y al cabo, dolor por saber con qué están colaborando.
Muchas veces recuerdo una frase, también pregonada por Lisa Simpson, que dice así: cuanto más sé más infeliz soy. Y aquí está el quid de la cuestión. ¿Porqué esto es así? Por lo que implica cierto conocimiento: a) autoflagelarse por la conciencia de lo que significa cierta praxis cotidiana o b) cambiar hábtios de vida. Ambas realmente complicadas y, cuanto menos, desagradables. De tomar en consideración la opción "b" dentro del tema que tratas la gente se enfrenta a otros retos poco atractivos: dar explicaciones a la gente, tener menos posibilidades al salir de cena, eliminar ciertos placeres culinarios, eliminar muchas prendas de ropa "cool", ser considerado "raro" (!!!)...
Y la opción "a" es desagradable en si misma.
Con lo que, la estrategia más sencilla para evitar el desencadenamiento de toda esta secuencia, es ignorar la información. Tal como dice jasualo la gente en general calcula la satisfacción a corto plazo, y el seguir haciendo lo que a uno le gusta sin cuestionarse nada es más placentero que pasar por una época de "crisis" al plantear en su vida un cambio.

Voy leyendo tu blog, ¡te felicito por él!

Por cierto, soy Ulalume ;)

Anónimo dijo...

Por cierto, ya te he contestado al comentario que dejaste en mi blog. Siento tardar tanto en contestar, ¡no lo había visto!

¡Un abrazo!

elquebusca dijo...

Permiteme dos preguntas.
- ¿qué tipo de zapatos usas? ¿No utilizas el cuero?
¿Abortarías o aconsejarías abortar si te ves en esa coyuntura? Una niña (15 años) me llamaba a mi asesino porque quería matar renacuajos en una charca pero luego me explicó que era partidaria del aborto.

erfoud dijo...

Hola, elquebusca
Nada encantado de responder a lo que quieras
Sobre el calzado, no, no uso zapatos de cuero. Y como hay alternativas excelentes al cuero, opto por comprar zapatos, cinturones etc que no impliquen la muerte innecesaria de animales.
En cuanto al tema del aborto, la cuestión no estriba en ser partidario o detractor, sino en estar dispuesto en juzgar y llevar a la cárcel a quien aborte. Estoy seguro de que nadie aborte por gusto o por hobby. También considero necesario determinar qué tipo de embrión se aborta,pues nada tiene que ver la mórula (racimos de células) que se forman en los momentos iniciales de la concepción con un feto de siete meses con sus órganos bien formados.O sea que conviene distinguir en las grandes diferencias existentes en un proceso de gestación.En todo caso, el tema "la ignorancia deseada", que yo sepa, trataba de animales nacidos...

elquebusca dijo...

No se trata únicamente de meter a las abortistas en la cárcel. Yo tampoco soy partidario de eso. Desde que está vigente ley de despenalización actual nunca se ha hecho y sin embargo la quieren cambiar. El tema del aborto no es solo legal, es también moral. Está en juego si educamos a las nuevas generaciones en que es algo malo o no (con independencia de que no se penalice). Se trata de qué sensibilidad tenemos hacía “aquello” que va ser una persona. Y lo traía a colación porque hoy en día se tiene mucha sensibilidad hacía los animales y poca para “aquello”, que aunque no se pueda equiparar a una persona, creo que puestos a compadecerse debíamos sentir más cercano, más nuestro, más digno de compasión a quien puede llegar a ser una persona, si le dejan, que a cualquier animal.

Creo que es de buen corazón sentir pena ante el dolor de los animales. Y creo que se debe evitar su sufrimiento inútil. Creo que denota buenos sentimientos. Pero, con mayor razón, me parece inhumano y falto de corazón quien no siente compasión ante la muerte provocada o no del que pudo llegar a ser humano.

Es un poco largo y disculpa si te parece un exceso meter un comentario tan largo pero hace tiempo escribí en otro blog una entrada que te copio aquí para explicarte.

Sucedió mientras estaba de excursión con unos alumnos en el monte. Ya no recuerdo bien, supongo que sería una de las excusiones que proyecta el departamento de Biología. Habíamos caminado durante un largo rato bajo el sol y, por fin, llegamos a un lugar en el que había sombra en la cual nos paramos para descansar. Había allí un pilón lleno de renacuajos y los chicos estuvieron jugando a salpicarse unos a otros. En un determinado momento le dije a una alumna. “Voy a ver si consigo aplastar a uno contra la piedra”. Y con la ayuda de un palo me puse a intentarlo. Aún recuerdo la cara de la pobre chica. “No se te ocurra hacer eso. Asesino.” Asesino es lo que me llamó varias veces y completamente en serio. ¿Sabrá esta chica lo que es un asesino? No me extrañó su reacción porque conocía a sus padres y sabía que eran un matrimonio moderno y muy ecologistas. Pensé que su respuesta era debida a la educación que había recibido de protección de la naturaleza y todo eso. Pero entonces recordé que aquella misma chica, un día, en clase, hablando de los embarazos no deseados se había manifestado firme partidaria del aborto. La contradicción se presentó muy viva en mi cabeza en aquel momento. Está mal matar renacuajos de rana pero en el caso de un embrión humano somos más sensibles a la molestia que puede causar un embarazo no deseado que al embrión mismo. Creo que a esta chica le hubiera parecido un exceso si alguien hubiera calificado de asesino a quien aborta.

Disculpa tanto rollo.

erfoud dijo...

La verdad es que este deseo de vincular obsesivamente el trato terrible queloshumanos dispensamos a los animales con cuestiones humanas (el aborto, el hambre en el 3er Mundo etc) me recuerda a las recientes declaraciones del obispo cañizares, en las que mezclaba torticeramente los abusos a niños irlandeses con el aborto.
En el tema animalista sucede con frecuencia:"Por qué tanta atención al sufrimiento animal, habiendo tanto sufrimiento humano" y ocurrencias del estilo. Da la impresión de que se trata de un escudo que proteja a los humanos de su sentimiento de culpa para así seguir cometiendo las atrocidades de siempre contra los animales. Y sale perfecto, porque como siempre existirán injusticias intrahumanas, siempre habrá justificación para desdeñar el maltrato animal.
En el fondo se trata de una estrategia de desacreditación:buscar cualquier "hueco ético" en quienes abogamos por la liberación animal, para así tirar abajo todo nuestro edificio argumental.
Y, mire por donde se mire, aborto y animalismo son dos esferas diferentes: en un caso se plantea la licitud de una mujer que por las razones que sean (suelen ser de peso:abortar no es un trago del gusto de nadie)decide no llevar adelante su gestación.
En el otro, se trata de que los humanos cesemos nuestra injusta relación con los animales, una relación que se resume en placer por dolor y muerte. Porque el besugo se consume por placer, el abrigo depieles se luce por placer, se asiste a las corridas por placer, y en ningún caso se puede hablar de necesidad.
Una persona que defienda en este sentido la vida animal no puede verse globalmente descalificada por posicionarse en contra de la penalización del aborto. Si se desea, critíquesele tal postura "proabortista" pero que no se emplee para descalificar el resto de su pensamiento.
Y en relación al episodio renacuajo, qué quieres que te diga, aplaudo sin reparos a la niña que te reprendió, pues se trataba de un acto de violencia gratuito y sin sentido:matar por matar. Luego, lo que la niña expresara sobre el aborto es harina de otro costal.
Imagínate que yo descalificara globalmente a antiabortistas por comer chuletas y marisco; pensarías que es absurdo. Pues al revés, lo mismo, ¿no?
Un saludo

elena dijo...

vaya piquito de oro.
da gusto leerte...

Marisa dijo...

Leía con gusto tu respuesta a Elquebusca, pero debo admitir, también con un pelín de paciencia, buscando el momento en que dirigieras tus palabras al tema de los renacuajos, porque simplemente he alucinado cuando he leído la historia al respecto que ha escrito Elquebusca... simplemente inaudito e indignante, y dicho con toda la naturalidad del mundo, como si matar por matar, sin razón alguna, fuese lo mismo que ir a dar un paseo, o ver la tele, o jugar al parchís, o yo qué sé. ¿Es que lo que pensara o dejara de pensar la niña sobre el aborto justifica de alguna forma el matar a unos pobres renacuajos que ni han hecho nada a nadie ni tienen forma de defenderse ante un mega gigante supuestamente con un cerebro que le permite pensar y razonar? Me gustaría saber cómo entonces justificaría ese asesinato de unas criaturas indefensas por él mismo y sin razón alguna, si aquella niña estuviera en contra del aborto.

A ver, pero ¿qué diferencia hay? ¿Si ella está en contra del aborto no se puede justificar el matar con una piedra a un renacuajo y si está a favor sí? ¿Pero qué tipo de 'lógica' es esa? Es que no entiendo nada... ¿Pero la gente nunca se plantea ponerse en el lugar de los demás? ¿Es que por ser animales no-humanos, no merecen conservar su vida los pobres renacuajos, o cualquier otro animal no-humano? ¿Y si hubiese una especie indestructible por nosotros que nos pudiera hacer lo mismo que hacemos nosotros a otras especies y nos mataran sin razón? ¿cómo veríamos el asesinato a otras especies si nosotros también fuésemos víctimas de otra especie más poderosa?

¿Es que sólo por el mero hecho de PODER hacerlo, tenemos que asesinar así porque sí? ¡¿Pero qué nos pasa?! Dios mío, es que me quedo fría al oír/ver/leer ciertas cosas... simplemente deprimente.

elquebusca dijo...

Marisa, si yo mato renacuajos (sí, como un juego) soy malo-malísimo. Si una mujer "elimina·" al "renacuajo" humano que lleva dentro y que se convertía en su hijo no hay que calificarla de ningún modo.

Sentimos pena de los animales y nos portamos como animales con los de nuestra misma especie.

¿No sabes que donde están mejor cuidados los perros, que tienen todo tipo de alimentos, peluquerías, y juguetes, es en Nueva York? Puede haber homeless alcoholizados durmiendo entre cartones pero los perros, pobrecitos, todos duermen calientes.

El escándalo que a ti te producen mis "asesinatos" es similar al que mi me produce esta mentalidad actual del "pobrecitos los animales-los embriones no son nada".