20 de septiembre de 2009

¡Malditos bastardos!


Aprovecharé el título de la última peli de Tarantino para calificar de "malditos bastardos" a los organizadores del nauseabundo rodeo celebrado recientemente en Madrid. No contentos con las manifestaciones de tortura patrias (la fiesta nacional) tienen que importar barbarie de otras tierras. Porque barbarie es hacer un show del desesperado sufrimiento de un animal inocente al que han estrujado su cuerpo con unas correas alrededor de sus genitales, de ahí sus violentas, enloquecidas contorsiones, que la gente erróneamente atribuye a su condición de animal salvaje.
Las corridas de toros se exportan a Las Vegas, a China, mientras que nos abrimos gustosamente a importar exóticas formas de tormento a los animales; curiosa globalización de la brutalidad humana. En lugar de ahondar en nuestra capacidad de empatía, hay quienes buscan nuevos medios de saciar su sádica sed de violencia. Supongo que la máxima Gandhiana:"la grandeza de una nación y su progreso moral de una nación pueden ser juzgados por el modo en que se trata a sus animales" puede aplicarse a seres humanos individuales. Por eso no dudo en exclamar: ¡malditos bastardos!

1 comentario:

pheromone dijo...

No sabía que eso hay en Madrid. Yo fui una vez a eso en México pero sin saber a que cosa iba. Me lo pasé muy mal.