16 de agosto de 2009

¿Respeto a la especie?


El otro día vi el anuncio televisivo del FROM, ése en el que sale un tipo ataviado de marinero y afirma con un tono enfático:"respetar las tallas mínimas está en nuestras manos. Y es tan fácil como esto" y a continuación salen las medidas convenientes de una merluza, un boquerón y una sardina. Y me acordé del otro anuncio en el que se aboga por la pesca tradicional del Bonito del Norte y se remata con un "respetuosa con la mar y con la especie" Como puede verse, el sector pesquero gusta de emplear este concepto de "respeto" y lo aplica de un modo un tanto particular:al mar, a las tallas mínimas, a la especie...Y todo esto me recuerda también a la actitud del ecologismo estándar (Greenpeace, Ecologistas en Acción, etc) que lanza ciertas iniciativas tendentes a la defensa y protección de determinadas especies con vistas a evitar su inminente extinción. Se trata de llamativas campañas para defender al lince ibérico, a la ballena Yubarta, al oso pardo cantábrico etc.
El caso es que puede parecer chocante el vincular las campañas de ecologistas con las del sector pesquero, pero se aprecia claramente que ambos comparten una misma idea: preservar las especies. ¿Con que fin? En el caso del FROM no cabe duda alguna de que las especies tienen un valor puramente instrumental; sirven para que el ser humano pueda hacer uso de sus individuos indefinidamente, es decir, que el suministro de pescado nunca se agote. En cuanto a los grupos ecologistas, los motivos son bastante más diversos y habrá quienes hablen del valor intrínseco de las especies y otros que defenderán su valor instrumental.
En todo caso, insisto, todos hablan del respeto a la especie. ¿Pero qué diablos son las especies?
En realidad, una especie no deja de ser una forma de abstracción: la colección de individuos que tienen la capacidad de reproducirse entre sí. Es curioso, pero esto recuerda bastante al problema planteado por Platón hace 25 siglos,en el que , mediante una radical división de la realidad, distinguía los objetos del Mundo Sensible (árbol, caballo), de las Ideas que habitan el mundo Inteligible, más allá de la realidad material (La cualidad de árbol o "arboreidad" , la esencia del caballo o "equinidad"),siendo para el ilustre filósofo mucho más real la Idea que el ser concreto y material. Pues, salvando las distancias, en el caso que nos ocupa, tanto para los grupos ecologistas como para los intereses pesqueros lo que cuenta es la abstracción, la especie, y no los individuos concretos que la integran, que pueden ser convenientemente sustituidos unos por otros. Esto queda bien retratado con la actitud de ciertos miembros de Greenpeace que no veían contradicción alguna en alertar sobre la situación de los cetáceos al mismo tiempo que daban buena cuenta de un suculento plato de ballena en un restaurante japonés.
Y así reparamos en el principal punto de desencuentro entre los grupos animalistas y los ecologistas estándar (insisto en calificarles como estándar para distinguirlo de otros tipos de ecologismo que sostienen puntos de vista diferentes): mientras que aquéllos ponen el énfasis en los individuos concretos,como sujetos de su propia existencia, en su deseo de de vivir en libertad y sin sufrimiento, éstos desdeñan esta cuestión y se centran en luchar por la pervivencia de las especies , sin preocuparse por la calidad de vida de sus integrantes. Es decir, los atunes pueden consumirse sin reparos éticos de ningún tipo, pero es fundamental que los atunes abunden. Esto equivale a un "pezqueñines no gracias", indistinguible de los intereses pesqueros.
Los partidarios de la Liberación Animal hemos sido frecuentemente acusados de no sumarnos al cada vez más poderoso movimiento medioambientalista, de trazar una clara línea divisoria respecto a ellos. Se dice erróneamente que ambos tendemos hacia objetivos parecidos , cuando la crucial distinción entre el respeto al individuo o el respeto a la especie dinamita toda conjunción de intereses.
Con todo, uno prevé que el ecologismo evolucionará con el tiempo hasta una inequívoca llamada a llevar una dieta vegetariana, aunque esto sea solamente en razón de la cada vez más evidente insostenibilidad del actual modelo pecuario, emisor de enormes cantidades de metano, generador de enormes cantidades de residuos,derrochador de agua y tremendamente ineficiente como productor de alimento. No serán motivos éticos los que les llevarán a tal cambio de postura, pero al menos esto abrirá nuevas posibilidades de entendimiento con ellos. Hasta entonces, lamentablemente, no queda otra que situarlos junto al FROM...

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